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La carrera comenzaba a las 9 a.m. y el pronóstico del tiempo no falló. Ha llovido casi toda la noche y toda la mañana. No ha sido como para cancelar la cita. Pero si ha producido muchas bajas.
Bajas que en mi caso y en el de más de uno, ha venido muy bien. Porque si se está a un paso de conseguir un dorsal preferente y se tiene la suerte de competir con menos rivales, mejor que mejor. Últimamente este tipo de carreras está rebosante de corredores, y muchos de ellos de gran calidad. Lo que hace mas difícil llegar a meta por debajo del puesto 300 (dorsal preferente B), y aún mas complicado por debajo del 150 (dorsal preferente A).
Por eso hoy tenia que darlo todo. Y mentalizado estaba. Me levanté a las 7 a.m. Comí un par de barritas con cereales, bebí agua y cogí mi bolsa de deporte con todo lo necesario para la carrera. Subí al coche y a las 8:10 a.m. ya estaba aparcado y listo para calentar.
Pero como llovía, pensé que 50 minutos de calentamiento bajo la lluvia era innecesario. Así que hasta las 8:30 a.m. permanecí dentro del coche, calentito y escuchando la radio xD
A falta de 30 minutos para la carrera, salgo del coche y empiezo a correr. Hace frío, unos 14 grados y con la lluvia no apetece estar quieto. Así que hago un poco de carrera continua y algunas rectas progresivas (consejo de Pedro el columnista, así se suben pulsaciones y se rinde mejor).
20 minutos para el inicio y la gente empieza a coger posiciones. Yo que quiero estar lo mas delante posible, pillo un buen puesto, 3 fila del cajón de 4’30’’. Por delante los dorsales B y A, que aún no se han colocado, ellos no tienen que pelear el sitio como el resto de mortales.
Pasan los minutos y veo a Miguel mi cuñado. Bueno, me ve el, porque con la lluvia me he quitado las gafas y no veo 3 en un burro. Comentamos como nos fue la Media maratón de Valencia 2011 y así nos vamos acercando a las 9h.
Un par de minutos antes, se colocan los preferentes. Esto está a punto de caramelo. Venga va, que las piernas se nos van, queremos empezar a correr ya.
Y se da la salida. Que gusto da estar bien colocado, casi no hay problemas para correr, enseguida la gente coge buen ritmo. Tengo un poco de miedo a caerme, entre el suelo mojado y que voy sin gafas he de estar muy atento al suelo.
La carrera prosigue y no tengo ni idea ni por que kilómetro voy ni a que ritmo marcho. Uno porque voy tan pendiente del suelo que ni miro los carteles kilométricos y otra porque no llevo el GPS, solo el cronómetro y sin gafas y todo lleno de gotas de agua, ni me molesto en mirarlo.
La cosa es que me siento bien, cómodo a este ritmo que según creo ha de estar poco mas arriba de los 4’/km. El recorrido lo se de memoria y se cuando voy a atacar. Por ahora toca calma.
Las zapatillas al poco de empezar la carrera ya están empapadas, muchos charcos y como uno va a lo que va, pues ni se molesta en esquivarlos. Por suerte el cortavientos está haciendo su función y me mantengo calentito.
Llega el momento de atacar, creo que falta un km mas o menos para la meta, así que no hay motivo para guardar energía. Pienso… si no consigo el dorsal preferente que no sea porque no lo he dado todo. Me lanzo con todo lo que me queda.
Ultima curva y veo la meta, aquí es donde hay que intentar adelantar a alguien y no ser adelantado por nadie. Venga que ya queda poco ¡¡¡
Cruzo la meta, y paro el cronómetro. Miro y Oh ¡¡ sorpresa, mejor tiempo que el que esperaba, 23’14’’ eso es ir a 3’56’’/km. Rompo por primera vez la barrera de los 4’. Se que no he podido hacer mas, así que con buen sabor de boca me dirijo a por la botellita de agua y el periódico que reparten.
De camino veo a Borja, y me dice su tiempo. Está a años luz de mí. Me ha sacado 2 minutazos. Que carrerón ha hecho tío.
Y como hace frío y estoy cansado, me voy hacia el coche. Me cambio ropa y me voy a casa.
Estoy seguro que la carrera de hoy va a marcar un antes y un después.
Por eso hoy tenia que darlo todo. Y mentalizado estaba. Me levanté a las 7 a.m. Comí un par de barritas con cereales, bebí agua y cogí mi bolsa de deporte con todo lo necesario para la carrera. Subí al coche y a las 8:10 a.m. ya estaba aparcado y listo para calentar.
Pero como llovía, pensé que 50 minutos de calentamiento bajo la lluvia era innecesario. Así que hasta las 8:30 a.m. permanecí dentro del coche, calentito y escuchando la radio xD
A falta de 30 minutos para la carrera, salgo del coche y empiezo a correr. Hace frío, unos 14 grados y con la lluvia no apetece estar quieto. Así que hago un poco de carrera continua y algunas rectas progresivas (consejo de Pedro el columnista, así se suben pulsaciones y se rinde mejor).
20 minutos para el inicio y la gente empieza a coger posiciones. Yo que quiero estar lo mas delante posible, pillo un buen puesto, 3 fila del cajón de 4’30’’. Por delante los dorsales B y A, que aún no se han colocado, ellos no tienen que pelear el sitio como el resto de mortales.
Pasan los minutos y veo a Miguel mi cuñado. Bueno, me ve el, porque con la lluvia me he quitado las gafas y no veo 3 en un burro. Comentamos como nos fue la Media maratón de Valencia 2011 y así nos vamos acercando a las 9h.
Un par de minutos antes, se colocan los preferentes. Esto está a punto de caramelo. Venga va, que las piernas se nos van, queremos empezar a correr ya.
Y se da la salida. Que gusto da estar bien colocado, casi no hay problemas para correr, enseguida la gente coge buen ritmo. Tengo un poco de miedo a caerme, entre el suelo mojado y que voy sin gafas he de estar muy atento al suelo.
La carrera prosigue y no tengo ni idea ni por que kilómetro voy ni a que ritmo marcho. Uno porque voy tan pendiente del suelo que ni miro los carteles kilométricos y otra porque no llevo el GPS, solo el cronómetro y sin gafas y todo lleno de gotas de agua, ni me molesto en mirarlo.
La cosa es que me siento bien, cómodo a este ritmo que según creo ha de estar poco mas arriba de los 4’/km. El recorrido lo se de memoria y se cuando voy a atacar. Por ahora toca calma.
Las zapatillas al poco de empezar la carrera ya están empapadas, muchos charcos y como uno va a lo que va, pues ni se molesta en esquivarlos. Por suerte el cortavientos está haciendo su función y me mantengo calentito.
Llega el momento de atacar, creo que falta un km mas o menos para la meta, así que no hay motivo para guardar energía. Pienso… si no consigo el dorsal preferente que no sea porque no lo he dado todo. Me lanzo con todo lo que me queda.
Ultima curva y veo la meta, aquí es donde hay que intentar adelantar a alguien y no ser adelantado por nadie. Venga que ya queda poco ¡¡¡
Cruzo la meta, y paro el cronómetro. Miro y Oh ¡¡ sorpresa, mejor tiempo que el que esperaba, 23’14’’ eso es ir a 3’56’’/km. Rompo por primera vez la barrera de los 4’. Se que no he podido hacer mas, así que con buen sabor de boca me dirijo a por la botellita de agua y el periódico que reparten.
De camino veo a Borja, y me dice su tiempo. Está a años luz de mí. Me ha sacado 2 minutazos. Que carrerón ha hecho tío.
Y como hace frío y estoy cansado, me voy hacia el coche. Me cambio ropa y me voy a casa.
Estoy seguro que la carrera de hoy va a marcar un antes y un después.
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