Todos recordaremos el famoso esguince de tobillo de Messi. Producido por una dura entrada de Tomas Ujfalusi, defensa del Atlético de Madrid, que se produjo en una de las últimas acciones del partido.




Y como Messi, casi seguro que todos nosotros hemos sufrido en algún momento de la vida una torcedura en el tobillo. Ya sea al apoyar mal el pie en el suelo o al dar un traspié. Lo que está claro es que es una de las lesiones más comunes en el deporte. Y como el running no podía ser distinto, también estamos expuestos a sufrirla.

Vamos a ver en que consiste un esguince de tobillo, sus causas mas frecuentes y soluciones, las cuales nos permitan retomar nuestros entrenamientos en el menor tiempo posible y con la garantía de una total curación de la lesión.


Definición

El esguince de tobillo, denominado vulgarmente torcedura, son lesiones producidas por una distensión de la cápsula articular y los ligamentos que rodean a la articulación del tobillo.

Todas las articulaciones se encuentran envueltas por una cápsula articular y ligamentos, que tienen la función de contenerla, manteniéndola en su posición normal y limitando sus movimientos. Cuando las articulaciones realizan cualquier tipo de movimiento, dichos elementos son tensionados, manteniendo dentro de un rango de movimientos a la articulación. En caso de vencerse su resistencia, ante movimientos exagerados, se produce una distensión, desgarro o rotura del ligamento sobreexigido.

Factores de riesgo

Existen ciertos factores de riesgo que favorecen la aparición de un esguince de
tobillo:

Retracción o acortamiento del tendón de aquíles

Pie cavo varo o torsión tibial externa

Hiperlaxitud ligamentosa

Desequilibrio muscular

Debilidad muscular (lo más frecuente por atrofia de músculos peroneos)

Déficit en la propiocepción del tobillo

Diagnostico

El diagnóstico lo hace el traumatólogo con el examen físico y un interrogatorio, el cual le ayuda para saber las causas de la lesión. Hay que descartar la presencia de una fractura de tobillo, generalmente con la ayuda de estudios de RX (rayos X).

Síntomas

Dolor intenso de la articulación con la consecuente limitación funcional, no poder apoyar el pie, andar o no poder hacer ligeros movimientos. A más grave la lesión más dolor e imposibilidad funcional.

Una inflamación de la zona afectada, suele ser lo más llamativo de esta lesión. Tal hinchazón no conlleva deformidad o desplazamiento de partes óseas de la articulación, es lo que diferencia el esguince de una luxación o fractura.

La aparición de hematomas, es menos frecuente pero se suele dar en los casos en los que se rompe algún vaso sanguíneo. Este hematoma puede desplazarse y extenderse a otras zonas del pie. Por eso es normal que el primer día el hematoma ocupe sólo la zona lesionada y a los 2-4 días se haya extendido. También el color irá cambiando de morado a tonos más amarillos y verdosos conforme el hematoma vaya desapareciendo.

La zona lesionada está caliente como consecuencia de la inflamación y la mayor afluencia de sangre a la zona.

Y por último una alteración de la sensibilidad localizada en la zona del ligamento lesionado.

Grados del esguince




Esguince de Grado I: se producen por el sobreestiramiento del ligamento, lo que provoca una ligera hinchazón. No hay laxitud articular asociada. El ligamento sólo sufre una distensión y si se llegara a producir desgarro no afecta a más del 5% del ligamento. El tiempo de recuperación es corto, dependiendo de la actividad de la persona afectada, pero suele oscilar entre 10-20 días.

Esguince de Grado II: en este grado el ligamento ya sufre desgarro o ruptura parcial. La hinchazón en la zona es instantánea y dolorosa al tacto, y pueden afectarse también estructuras anejas como la cápsula articular, lo que desemboca en derrame y amoratado de la zona. La inestabilidad articular es leve, pero se ve afectada. El tiempo de recuperación es lógicamente mayor y suele oscilar de 20 a 40 días, ya que la cantidad de tejido afectado es mayor.

Esguince de grado III: aquí se encuadran las lesiones más graves de los ligamentos, las roturas. Si en este grado se considera diagnóstico de esguince va a ser por el no tratamiento quirúrgico. El dolor es muy intenso y la laxitud articular manifiesta. Debido al tiempo de cicatrización del ligamento el tiempo para recuperarse de este tipo de esguinces es de unas 8 semanas (50-60 días).

Tratamiento

El tratamiento inicial puede resumirse en cuatro palabras: Reposo, hielo, compresión y elevación.

El reposo evita que la lesión aumente y permite la cicatrización de los tejidos dañados.

La aplicación de hielo bajará la inflamación de la zona. Pero nunca ponerlo en contacto directo con la piel. Mantener el hielo durante periodos de aproximadamente treinta minutos. El hielo es efectivo en las dos horas siguientes al traumatismo, después su eficacia no será notable.

La compresión de la zona lesionada con un vendaje elástico protegerá el ligamento lesionado y reducirá la inflamación. La tensión del vendaje debe ser firme y uniforme, pero nunca debe estar demasiado apretado.

La elevación de la zona lesionada por encima del nivel del corazón permitirá una mejor circulación sanguínea y producirá una bajada de la inflamación y un drenaje adecuado. Se debe continuar con este procedimiento en las horas siguientes, con el vendaje de compresión colocado.

Ejercicios de rehabilitación

Esta es una muestra de unos ejercicios de rehabilitación que se pueden hacer. Pero hay muchos más. Y siempre será mejor si se hacen siguiendo las recomendaciones de un especialista.




Conclusión

Se dice que una vez que se ha sufrido un esguince es muy fácil volver a lesionarse. Esto se puede evitar en gran medida si se hacen ejercicios de fortalecimiento de tobillo, técnica de carrear y lo más importante. Mirando donde se pisa xD

Hay que intentar correr por terrenos libres de baches o piedras, las cuales nos pueden hacer pisar mal. También hay que llevar bien atadas las zapatillas, estas nos dan estabilidad, reduciendo el riesgo de lesionarnos.
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